¿QUIÉN SOY?

¿QUIÉN SOY?

Por Dra. Patricia García Mora 

Terapeuta Familiar en Supera

QUIEN SOYEs esta una pregunta importante que el ser humano se va contestando a través de un largo proceso. Primero empieza por conocerse y luego por formarse un concepto de sí mismo. 

El autoconcepto es la opinión que uno tiene respecto de sí mismo. Cuando nacemos, no sabemos quiénes somos ni dónde estamos. Dependemos de la información que recibimos de quienes están a nuestro alrededor. Con ella nos vamos formando una idea aproximada del mundo, así como de las personas y de nosotros mismos.

De esta manera, por como nos tratan y por lo que dicen de nosotros, vamos desarrollando el concepto de nuestro propio Yo, o lo que llamamos Autoconcepto.

Así, empezamos a pensar de nosotros mismos conforme a lo que seleccionamos de la gran cantidad de mensajes que recibimos. Desde que el bebé empieza a vivir,  recibe una gran cantidad de información:  que se parece a su papá o que es igualito a su mamá; que tiene un carácter muy dominante como su abuelo;  que es un bebé encantador; que es muy observador; que es alegre o bien seriecito; que se distrae fácilmente, etc.

Es importante considerar que al ir avanzando en edad y asistir a la escuela o a la guardería, también es tratado por la maestra de una forma particular. Recibe información que a veces es contraria a la que le han proporcionado en casa. Por eso, a veces se escucha eso de que en la escuela es bien portado y en casa un verdadero demonio, o al revés.

Los estudiosos de la personalidad han determinado que los seres humanos tenemos tres alternativas para reaccionar cuando recibimos información sobre nosotros mismos.

  1. Creemos todo lo que se dice sobre nosotros y actuamos conforme a ello.
  2. Solamente escuchamos lo que se dice de nosotros pero no nos afecta en absoluto.
  3. No estamos de acuerdo y comenzamos a actuar en una forma totalmente opuesta para demostrar que aquello que se decía de nosotros estaba equivocado.

Se ha demostrado que en la mayoría de los casos la reacción más usual es la primera. Cumplimos lo que se espera de nosotros.

Podemos poner un ejemplo de lo anterior para una mejor compresión: Luisito ve un árbol y siente la curiosidad de acercarse y trepar por él. La mamá le ve y de inmediato le grita : ¡Nooooo, no te subas ahí…Te vas a caer! La información que el niño recibe, con esta expresión es que es un torpe y que no tiene capacidad para hacer lo que otros hacen.

De acuerdo a lo antes mencionado, el niño tiene tres alternativas posibles: confirmar lo que su mamá dice y piensa de él, cayéndose del árbol; ignorarla y continuar con su juego de una manera natural y espontánea, trepando hasta donde se siente seguro, o bien, buscar demostrar cuán equivocada está su mamá y seguir subiendo, no sólo hasta la parte más alta, sino que comienza a brincar por los aires balanceándose de una rama a otra, poniéndose en un peligro real.

Con esto se quiere dar un ejemplo para comprender que los mensajes que se trasmiten a los hijos, lo que se piensa o lo que se cree que ellos son, determinan en buena parte la opinión que se formarán respecto a ellos mismos. Un principio que utiliza la publicidad indica que si se repite una mentira con la debida frecuencia e insistencia, la gente terminará creyéndola. Lo mismo sucede con el autoconcepto: si un niño escucha constantemente: “ tú no puedes o eres un tonto”, terminará por creerlo y se convertirá en un ser incapaz e inútil.

Este principio también funciona de la forma contraria: un “ tú puedes” influirá positivamente en el niño. Hasta ahora no se han mencionado las habilidades o aptitudes naturales o innatas porque se dice que la mayoría de ellas se pueden desarrollar cuando se cree en esta posibilidad. Cada vez que es establecido un nuevo récord olímpico, todo el mundo piensa que es lo máximo a lo que se puede llegar y que dicho récord será el último que se registre en la historia; sin embargo, para los siguientes juegos olímpicos se rompen nuevamente las marcas. Esto se debe a que  aparece un atleta o un entrenador que cree que dicha marca se puede superar… y lo hace.

En el caso de personas con capacidades diferentes, que desarrollan sus habilidades en forma extraordinaria, funciona también este principio. Existen personas con una gran capacidad que no se manifiesta porque tienen un concepto bastante pobre de ellos mismos y en este contraste, existen individuos que sin poseer grandes dotes, llegan a desarrollarse y a tener éxito, debido al gran concepto que tienen de su persona.

Lo que se quiere decir con todo lo anterior, es que ya sean habilidades físicas o intelectuales, éstas pueden desarrollarse si son apoyadas con una actitud positiva y optimista. Los grandes descubrimientos de la historia han sido realizados gracias a una persona considerada poco cuerda que emprendió lo imposible, lo inconcebible, lo que no se podía.

Entonces, la próxima vez que se escuche poniendo una etiqueta limitante a su hijo, recuerde de inmediato el poder que pueden tener sus palabras y que hay ciegos que caminan sin tropezarse, inválidos que pueden nadar, que la historia está llena de hombres y mujeres que han desafiado lo imposible y a veces ni siquiera imaginable…y sobre todo que su hijo tiene un gran potencial de donde pueden desarrollarse maravillas.