EMOCIONES QUE INTERVIENEN EN EL CASTIGO


EMOCIONES QUE INTERVIENEN EN EL CASTIGO

(CONTINUACIÓN DEL ARTÍCULO ANTERIOR)

Por Dra. Patricia García Mora 

Terapeuta Familiar en Supera  

6. EMOCIONES QUE INTERVIENEN EN UN CASTIGOLuego de darnos cuenta que la práctica de castigar, al parecer no incluye en su utilidad a los niños, conviene también revisar qué emociones se presentan en el que castiga y en el que es castigado. Las emociones siempre se encuentran presentes en cualquier acto, por lo que en el castigo no se pueden evitar. 

El castigo es una situación alterada, es decir, contiene una carga de energía negativa y altera las emociones, tanto del que castiga como del que recibe esa acción. Si de entrada se acepta que es un momento cargado de energía negativa, en donde hay emociones, éstas no pueden ser positivas.

El agente castigante se encuentra en una situación desagradable y puede asegurarse que hay una obnubilación en su mente. En esa acción de castigar el que lo hace puede experimentar emociones como coraje, desesperación, impotencia, ira, cólera y frustración.

Los efectos no pueden ser positivos, si se considera que el emisor del castigo está cargado de negativismo. Así, el castigado experimenta al mismo tiempo emociones como miedo, asombro negativo (susto), devaluación, temor, pánico y tristeza.

Acciones que acompañan al castigo

De los pensamientos surgen las emociones y de éstas las acciones. Si hay emociones negativas, no puede esperarse que de ellas surjan acciones adecuadas. De esta manera, los castigos siempre se dan acompañados de acciones como gritos, golpes, humillaciones, insultos, entre otros. ¿Han visto o pueden imaginar a una persona actuando de esta manera? La pregunta que sigue es si son éstas acciones adecuadas para formar a un pequeño, o una persona que está aprendiendo a vivir.