COLABORAR CON EL APRENDIZAJE

COLABORAR CON EL APRENDIZAJE 

Por Dra. Patricia García Mora 

Terapeuta Familiar en Supera 

1. COLABORAR CON EL APRENDIZAJEEl aprendizaje de un niño se inicia en el momento de nacer, cuando empieza a conocer el mundo, a su familia, a su entorno y a sí mismo.

A través de su crecimiento va aprendido a vivir y es en los primeros años de vida cuan do su desarrollo depende de la forma en que se le estimule y el cariño que reciba. Esto es como el cimiento de su futuro, en el cual los padres juegan un papel fundamental.

Es por ello que es muy recomendable aprovechar el tiempo que  se está con el niño (a) simplemente jugando, ya que los juegos son momentos de aprendizaje. Busque que esos espacios sean ricos en variedad de estímulos: dedíquese a estimular todos los sentidos, y esté pendiente de cualquier detalle que suceda en su entorno para enseñarle a captar e interpretar toda la información que le llegue a través del mismo.

Es de gran utilidad para el desarrollo el que acompañe a su hijo en sus movimientos aunque no sepa realizarlos, y hablarle aunque considere que no le entiende.  Es la forma más rica de ayudarle en su crecimiento. La maduración de la motricidad del niño pasa por unas etapas que pueden ser más o menos largas, pero todas ellas son importantes porque van a ayudarle a conocer su propio cuerpo y con ello, a sí mismo. No tenga prisa, sólo acompáñele.

Por otra parte, también es útil establecer pautas claras en las actividades de su rutina diaria, como las horas de comer y dormir,  y mantener siempre una secuencia lógica de acciones como puede ser jugar, ordenar el juego antes de pasar a otro, lavarse las manos cepillarse los dientes después de comer, y otras acciones cotidianas.

Fijar normas claras, concretas y razonables es como establecer pilares para la formación de su hijo. Es importante que el niño las conozca y después se le indique cómo se debe actuar. Asimismo se le debe especificar cuáles serán las consecuencias en caso de no seguirlas… y mantenerse firme en que las viva en caso de haber roto alguna regla. Esa es la forma mejor de aprendizaje.

Con base en lo anterior se debe entender que el niño necesita aprender a interpretar lo que pasa a su alrededor, y para ello requiere del desarrollo de todos sus sentidos de una forma equilibrada: el oído, la vista, el tacto, el olfato y el gusto serán los medios que le ayudarán a saber cómo es el mundo que le rodea para que después él pueda desenvolverse con seguridad en él.

En cuanto al dominio del cuerpo y del habla, son esenciales para el desarrollo como persona y para la maduración de su sistema nervioso. Con ello, no sólo le será posible moverse con agilidad, sino que controlará perfectamente las acciones más delicadas y complejas con sus manos, como son la escritura o la expresión a través de gestos.

Para ser un excelente colaborador en el aprendizaje del hijo(a) es importante saber y actuar en relación al establecimiento de hábitos con respecto a la alimentación, higiene, descanso, orden. Éstos se adquieren en los primeros años y le acompañarán toda su vida. Asimismo esos aprendizajes le ayudarán a sentirse seguro ante el mundo con el que deberá interactuar y a estructurar su forma de pensar.

El que un hijo(a) logre conocer que existen límites y normas que seguir es imprescindible para que en el futuro pueda integrarse en la sociedad, lo que además es un poderoso facilitador para que logre establecer una adecuada convivencia. Transmitir estas normas es la mejor muestra de afecto, lo que le ayudará toda su vida.