LA ESTIMA PERSONAL DE TU HIJO
Por Dra. Patricia García Mora
Terapeuta Familiar en Supera
La estima personal se refiere a esa palabra que tanto se menciona en la actualidad: autoestima. Ésta es la valoración que una persona hace de sí misma, y determina la manera como se siente al respecto. Esa forma de sentir es totalmente personal y objetiva y con base en ella funciona la vida. Es por eso que se ha tornado tan importante, ya que depende del tipo de estima que se tiene un ser humano, la forma como se desarrolla y desempeña dentro de la sociedad en la que interviene.
Los patrones de autoestima empiezan muy pronto en la vida. Un niño pequeño que aprende a hacer algo nuevo experimenta un sentimiento de logro que refuerza su autoestima, por lo que insiste y después de varios intentos logra la seguridad de un «puedo hacerlo», ya que el concepto de éxito como consecuencia de la perseverancia empieza pronto. Cuando los niños intentan algo, fracasan, prueban de nuevo, fracasan otra vez y al final lo consiguen, y es así como se forman ideas sobre sus propias capacidades. Al mismo tiempo, van creando un concepto de ellos mismos con base en las interacciones con otras personas. Por eso, el papel de los padres es fundamental para ayudar a los niños a formarse percepciones sanas de ellos mismos.
La autoestima también puede definirse como sentimientos de capacidad combinados con el sentimiento de ser amado. Un niño que es feliz cuando logra algo pero no se siente querido puede llegar a experimentar baja estima personal. De la misma manera, un niño que se siente amado pero que duda de sus capacidades puede también acabar sintiendo baja autoestima. Para desarrollar una sana estima de uno mismo, se necesita alcanzar un equilibrio correcto. De ahí la importancia de animar al hijo(a) y valorar sus esfuerzos, por pequeños que éstos sean, porque a través de ello recibe la satisfacción de importantes necesidades emocionales, como son el sentirse querido y respetado. La afectividad es la base de cualquier crecimiento: la efectividad de cualquier aprendizaje está en la afectividad que recibe el niño.
Es importante, por otra parte, entender que la estima personal se desarrolla de manera paralela a la estima de los demás. Es por ello trascendental trabajar el respeto y la estima hacia el otro: el niño aprende a ganar el aprecio de los demás, si él es el primero en generar confianza y respetar a quien le rodea. Ahora bien, se aprende a respetar y se fomenta la confianza a partir de los modelos que se viven: mostrar interés por los otros, demostrar que las otras personas importan, cooperar, saber jugar en equipo, etc.
Otra forma útil es hacerle sentir que es capaz de lograr sus metas. Así el niño va ganando confianza en sí mismo, su actitud se desarrolla en forma más positiva y aumenta su interés por fijarse metas. Del mismo modo que le resultará más sencillo relacionarse con los demás, quererlos y respetarlos.
De igual forma, para fomentar la autoestima, los retos juegan un papel importante, tales como abrocharse los botones, los zapatos, comer solo, entre otras acciones cotidianas. Las dificultades, el esfuerzo, el éxito y el fracaso hacen que aumente su autoestima. A la par que se estimula, debe quitarse importancia a los errores: si no logra resolver lo planteado, hay que valorar el esfuerzo y animar a seguir intentando.
Este tema de la autoestima es inagotable, por ahora es importante recordar que:
- El primer paso para conseguir autoestima es el autoconocimiento: tomar conciencia de quién es y de las características que lo definen y conocer los rasgos propios que conforman su identidad, así como valorar las habilidades y aceptar e intentar mejorar las debilidades. El niño debe conocerse y aceptarse para creer en sí mismo, en su valor personal y en sus capacidades.
- El niño tiene que ser consciente de que el afecto y la estima de los otros le ayudarán a quererse más y a valorarse mejor. Por eso es importante enseñarle a preocuparse por los demás y a respetarlos. La manera como los otros le ven influye en su estima porque la imagen personal se genera a través de los ojos de las personas que nos rodean.