UN BANCO EMOCIONAL

UN BANCO EMOCIONAL

Por Dra. Patricia García Mora 

Terapeuta Familiar en Supera 

Todos sabemos lo que es una cuenta bancaria. En ella efectuamos depósitos y constituimos una reserva de la que podemos exigir reintegros cuando lo necesitamos. Stephen Covey presenta el concepto de cuenta bancaria emocional.

Es una metáfora de la confianza incorporada a una relación; es el sentimiento de seguridad que tenemos respecto de otro. Si uno realiza depósitos en una cuenta bancaria emocional de alguien mediante la cortesía, la bondad, la honestidad, y se mantiene el compromiso, se constituye así una reserva en esa cuenta. La confianza que el otro tiene en uno, crece.De esta manera, cuando se llega a cometer una equivocación o una falla en algún aspecto con esa relación, esta reserva emocional compensa la diferencia. Cuando la cuenta de confianza es alta, la comunicación es fácil y efectiva.

Pero si se tiene por costumbre el mostrarse descortés e irrespetuoso, interrumpir, criticar, exponer reacciones poco adecuadas, ignorar al otro,  comportarse con arbitrariedad, traicionar la confianza, entonces la cuenta bancaria emocional quedará en números rojos. El nivel de confianza será muy bajo y poco se puede esperar de la relación que se tiene con el otro.

Las relaciones que consideramos más importantes son las que requieren los depósitos más constantes. Construir lleva menos tiempo y menor esfuerzo que reparar las relaciones. El trabajar para lograr una buena relación supone una inversión a largo plazo. De esta manera, para construir una cuenta bancaria emocional fuerte, se sugiere realizar depósitos como los siguientes:

Comprender: procurar entender a la otra persona. No sabemos en qué consiste un “depósito” hasta que no comprendemos al otro. Lo que para nosotros puede ser un depósito (una llamada telefónica, un paseo, una visita sorpresa, trabajar juntos en un proyecto) no siempre es percibido como tal por los otros. A veces los padres desean ser comprendidos por los hijos pero no se esfuerzan en comprenderlos a ellos. En ocasiones las exigencias de los padres van más allá de lo que el niño está listo para realizar, o más, de lo que le interesa en verdad.

Prestar atención a las pequeñas cosas: los pequeños detalles y atenciones son importantes. Las pequeñas asperezas, faltas de respeto, suponen retiros importantes. Los gritos, críticas, burlas y castigos, así como la falta de paciencia, son retiros seguros en la cuenta emocional.

Mantener los compromisos: mantener una promesa es un depósito de suma importancia; romperlas representa un importantísimo retiro. Hay que estar muy pendientes de las promesas que se hacen a los niños; si no es algo que se tiene la seguridad de cumplir, es mejor no hacerlo. No hay peor daño en una relación que no cumplir lo que se ofrece.

Aclarar las expectativas: las expectativas poco claras también erosionan la comunicación y la confianza; provocan incomprensiones, decepciones y retiros de confianza. El depósito consiste en comenzar aclarando y explicitando las expectativas en relación a roles, objetivos y a cómo se comunica uno con otro.. Esto supone una inversión real de tiempo y esfuerzo al principio, pero el ahorro de grandes cantidades de tiempo y esfuerzo para más adelante. Es decir, cuando se hable con un niño para establecer lo que de él se espera, es importante asegurarse de que lo ha comprendido. Asimismo, cuando un hijo expresa algo que espera de un padre, es necesario checar si se ha entendido qué es lo que está esperando. Disculparse diciendo “es que no te entendí…” es un mensaje lamentable de no haber dado importancia a lo que se ha expresado.

Demostrar integridad personal: la falta de integridad personal puede socavar casi cualquier otro esfuerzo tendiente a crear grandes cuantas de confianza. La integridad incluye veracidad, pero va más allá de ella. La integridad consiste en adecuar  nuestras palabras a la realidad; es decir, en mantener las promesas y satisfacer las expectativas.

Disculparse sinceramente cuando se realiza un retiro: se necesita mucha fuerza de carácter para disculparse con rapidez, de todo corazón y de buena gana. Para constituirse como depósito, la disculpa tiene que ser sincera y tiene que percibirse como tal.

En cada relación que se establece, existe una cuenta bancaria emocional, tal como si fuera una cuenta financiera. Se hacen depósitos y se retiran fondos; cuando los retiros superan a los depósitos, la cuenta da por resultado números rojos. Un padre no puede formar a un hijo con quien tiene una cuenta en estas condiciones. Un importante señalamiento  es que las cuentas emocionales, para mantener en forma adecuada las relaciones, requieren de pequeños depósitos constantes para humanas requieren de mantener el equilibrio. Dedicar cortos espacios de tiempo a los hijos,  a diario, es uno de los depósitos más fuertes que existen.