¿JUEGAS CONMIGO, PAPÁ?

¿JUEGAS CONMIGO, PAPÁ?

Por Dra. Patricia García Mora 

Terapeuta Familiar en Supera 

JUEGAS CONMIGO PAPA2En unos días más llegará el “gran día” para todos los niños. Después de una noche inquieta , alertas entre el sueño  a escuchar el menor ruido que indique que “alguien” ha depositado los soñados juguetes al pie del árbol de Navidad, los niños despiertan. Apenas se vislumbra el amanecer . Primero avanzan con pasos cautelosos, luego, al ver los paquetes abren sus ojos y despiden un gran brillo. Sus boquitas sonríen y brotan las carcajadas. El silencio del hogar se rompe para dar paso a un sonido casi celestial : la risa de  los niños.

Y los padres despiertan, a veces con solo escuchar a sus hijos emocionados. Otras veces, sorprendidos con gritos de algarabía , y casi llevados en peso para que vean lo que les ha amanecido bajo el árbol navideño.  Realmente ha sido una noche muy corta. Primero la compra de regalos, los preparativos de la cena , luego la convivencia grata de familia, y más tarde, después de esperar que los niños concilien el sueño,  la “ayuda” a ese ser que deja esa noche los juguetes solicitados . Mamá se levanta y disfruta un rato las nuevas posesiones de sus hijos y su alegría,  y entonces,  le requieren desayuno. Se va a preparar algo especial para este día tan importante y se escucha la pregunta : “¿ juegas conmigo, papá?”. La respuesta a esta pregunta es algo muy importante y de una trascendencia insospechada.  El niño está invitando a su papá a ser el primero que disfrute con él de sus juguetes nuevos. Esos juguetes que han sido soñados por muchas noches. Y ahora necesita un compañero para disfrutarlos y ese es precisamente su papá.

¡Cuidado papás! Este es un momento en que todo el cuerpo y la boca deben de decir lo mismo. Dicho de otra forma: decir que SÍ con entusiasmo, sentir el gozo de hacerlo y hacer que la mirada brille de la misma manera que la de sus hijos.

Ciertamente  hay cansancio, preocupaciones, problemas no resueltos en pasado, presente y tal vez futuro, pero eso, hay que dejarlo de lado. Este es el momento de decir “ Sí hijo, quiero ser tu compañero. “ Es imprescindible recordar que el niño al invitar a jugar es como estar invitando a vivir. Ellos ensayan a vivir a través del juego. Al  Invitar a jugar es como estar invitando a participar de su vida.

Los momentos de juego con papá son inolvidables. Aquellos adultos que llevan buena relación con sus padres es porque en sus recuerdos existen momentos muy gratos de juego con ellos. Ensayaron a vivir juntos desde entonces y la vida se desarrolló plácida entre  ellos.

El padre tiene una maravillosa oportunidad de sembrar lo que quiera en sus hijos a través del juego : les puede enseñar a cuidar, a respetar, a esperar turno, a seguir instrucciones, a concentrarse en algo, a terminar lo empezado, a gozar de un resultado, a analizar los problemas, a ganar y a aprender cuando se pierde.. Puede enseñarles también a compartir, a perdonar, a ser honesto y a sembrar todos aquellos valores que desea sean los rectores de la vida se sus hijos.

La vertiginosa actividad  de sus labores y su preocupación por ofrecer lo mejor a sus hijos materialmente hablando, les aleja de los mejores momentos. Les priva de  mostrar el camino de la vida a sus hijos. Les aleja de su participación en la formación de esos seres que serán la continuación de ellos mismos. Hay muy pocos momentos como este, sin embargo, hacen que se queden en la memoria por siempre…

Así, en ese amanecer tan temprano si escuchas a tu hijo decir : ¿ jugamos papá? Dile que SI, desde el fondo de tu corazón, y piensa que no es precisamente un juego, sino un ensayo de la vida de tu propio hijo…Y, si acaso no llega a despertarte…hazlo  tú y acércate …siéntate a su lado  y pídele que te muestre sus juguetes nuevos…y al final, si no te lo pide dile tu : “ Hijo mío, ¿Jugamos? “

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