UN HERMANITO NUEVO
Por Dra. Patricia García Mora
Terapeuta Familiar en Supera
Por lo general las parejas toman la decisión de tener un segundo hijo cuando el primero tiene entre dos y tres años. Los psicólogos mencionan que esta diferencia de edad es la adecuada. El niño mayor ya no es un bebé y esta separación de edad les permite ser compañeros, compartir juegos, horarios y hasta la habitación.
El niño en su hogar se siente el rey y cuando llega un hermanito, por mucho que le emocione la noticia, llegará el momento en que lo considere un intruso. La actitud de los padres es determinante para que esto sea un proceso que no llegue a trascender en la vida de los hijos.
Es importante que el niño conozca la noticia por sus padres y no por otra personas que ya conocen el nuevo acontecimiento. Antes de decirle que un hermanito está en camino es importante que el niño se haya percatado que los bebés son agradables y que hagan conciencia de que muchos niños tienen otro bebé en casa. Será conveniente llevarle a convivir con familias en donde haya bebés y hacerle notar lo graciosos que son y lo divertido que sería que hubiera uno en casa. Mostrarle la función del hermanito mayor y comentar que son muy importantes los hermanos mayores. Luego se le da la noticia y se debe estar preparado para dar respuesta a las dudas que él tenga sobre el hecho. Es muy importante recalcar que se da respuesta a lo que él pregunte. No se le da una cátedra de lo que se supone debe saber.
Mientras el proceso del embarazo se desarrolla, los padres pueden aprovechar para la preparación del hijo mayor permitiéndole que opine sobre lo que se va a comprar al bebé, sobre los arreglos de la habitación, sobre lo que se va a hacer en casa cuando llegue el día del nacimiento, etc.
Es muy conveniente sacar aquellas cosas que usó cuando era bebé y pedirle su autorización para que ahora sean usadas por su hermanito. Algunas prendas no las recordará como suyas y al verlas tan pequeñas se le hará gracioso y no tendrá inconveniente en cederlas al hermano en camino. Si hay algo que desee conservar solo para él, permítaselo. No le hará falta al hermanito y sí le dará seguridad a él por respetarle su deseo.
Cuide de no insistir demasiado en la llegada del hermano. Si se habla constantemente de la situación, pensará que es algo demasiado importante, tal vez más importante que él. Y si le dice mucho que pronto tendrá un compañero de juegos, lo más seguro es que le decepcione encontrar un ser diminuto que sólo sabe llorar y dormir. ¡ Vaya compañero de juegos!
Así como el padre se acerca al vientre de la madre, el pequeño puede también acercarse y platicar con ese bebé en camino. El acercamiento con su hermano desde antes de nacer, aunque no lo comprenda, le irá preparando para cuando nazca el bebé.
Cuando el día del parto llegue, el niño ya debe estar preparado para saber que su mamá se ausentará de casa. Se sugiere que se hagan los arreglos necesarios para que algún familiar se quede con el niño en su ambiente y de ser posible con alguna persona con la que conviva bastante. El que el niño se quede en su propio hogar hará que se sienta el anfitrión y pueda dar la bienvenida, tanto a sus padres como a su hermanito. Si se saca al niño de su casa, puede ser que al regresar sienta que el otro ha invadido su territorio.
La visita del niño al hospital es conveniente siempre y cuando la madre se encuentre en perfectas condiciones y ayuda el que se haga de esa visita un “momento especial”. Vestirlo como si fuera a una fiesta y permitirle que escoja algún regalo para llevar y entregar a su mamá. También ayuda bastante el que le permitan escoger un presente para su hermanito y algo para él por estarse estrenando como hermano mayor.
Los celos con el nuevo miembro de la familia son inevitables, pero existen algunas actitudes o acciones que son de utilidad para disiparlos.
Veamos algunas de ellas:
a) El niño debe haber abandonado su cuna desde los meses de espera del nuevo bebé. El que le quiten de un día para otro puede causarle un fuerte choque emocional y sentirá que el hermano vino a quitarle su lugar y sus cosas.
b) La madre y el padre deberán organizarse para repartirse en tiempos equitativos con los dos niños. El niño mayor debe sentir que hay tiempo para los dos.
c) Permitir que el niño mayor se encuentre presente e incluso ayude de alguna manera cuando se cambia o se baña al bebé.
d) Algo que ayuda mucho para tranquilizar los celos es que la madre acueste al bebé y lo deje al cuidado de alguien más o bien ya seguro en su cuna, para atender al niño mayor.
e) Los padres deberán hablar con los amigos y familiares cercanos y pedirles que le den atención al niño mayor, e incluso que le lleven algún detalle también.
f) Se puede llevar al niño mayor al cine, a un parque o simplemente compartir ratos de TV con él, mientras el bebé duerme y hacer comentarios de las ventajas que tiene por ser mayor. El bebé no puede ir al cine ni al parque aún, por ejemplo:
- Durante los primeros meses de la vida del hermanito nuevo es importante fomentar las relaciones sociales del mayor. Si ya va a la escuela o a la guardería, hay que procurar que no se modifique demasiado su vida . Permitirle que juegue con sus amigos fuera de casa y que salga con sus tíos o primos sin el bebé será de mucha ayuda.
Tomar en cuenta que el hijo mayor debe ser preparado y llevar a cabo todas estas acciones, no solamente ayuda a evitar los celos normales que en él aparecerán ante la llegada de un hermanito, sino que prepara a los padres a repartir su tiempo y atenciones entre dos hijos en lugar de solo uno. Es un doble entrenamiento.