NIÑOS QUE HABLAN DORMIDOS

NIÑOS QUE HABLAN DORMIDOS

Por Dra. Patricia García Mora 

Terapeuta Familiar en Supera

NIÑOS QUE HABLAN DORMIDOSEs muy común que los niños, durante sus sueños hagan ruidos e incluso emitan palabras y frases. Las más de las veces es difícil entender el significado de esa charla nocturna que no se sabe con quién se lleva a cabo. Si el niño tiene hermanitos, ellos son los primeros que se dan cuenta de esta situación y van de inmediato a comunicarlo. A veces es motivo de risa y en otras de preocupación; sobre todo si esto es algo demasiado frecuente.

No hay problema en esto.  La somniloquia, o hablar dormido,  es una conducta del sueño bastante habitual. No se trata de ningún trastorno, aunque se pueden adoptar algunas medidas preventivas que tranquilicen al niño antes de ir a dormir.

Esta tendencia a hablar dormido suele aparecer a altas horas de la madrugada, y a veces llega incluso de ir acompañada de gritos, llantos y risas. Se dice que es más frecuente en niños que en niñas y se especula con la posibilidad de que exista cierta influencia genética en este fenómeno, aunque no está demostrado.

Los niños que padecen de charlas nocturnas hablan de manera incoherente y rápida, aunque a veces las palabras llegan a ser perfectamente comprensibles para la persona que escucha. En muy pocas ocasiones el niño puede mantener un diálogo. Lo más frecuente es que emita sonidos o voces que no llegan a ser palabras, como si el niño todavía no hubiese aprendido a articular correctamente los sonidos.

Ese cuento de que si queremos conocer los secretos del niño hay que escucharle lo que habla por la noche es precisamente eso: un cuento. Eso no puede suceder. Las palabras que el niño emite no salen conectadas; son palabras sueltas fuera de un contexto determinado. El niño no está pensando de manera consciente y no puede organizar sus ideas, por lo que es imposible que dé un significado y una intención a lo que está diciendo. Además el niño, al despertar, no va a recordar nada de lo que ha pasado, tal y como ocurre en los casos de sonambulismo y terrores nocturnos.

Muchas veces los padres aprovechan que el niño sabe que habla sólo por las noches y le dicen que cuando lo hace, él cuenta todas las cosas que realiza durante el día. Esto lo único que va a ocasionar en el niño es insomnio; no porque se sienta culpable siempre, sino porque también él siente curiosidad de lo que hace en su vida nocturna.

Ciertamente el niño que habla con frecuencia por las noches no descansa lo suficiente y por ello es conveniente buscar algunas medidas preventivas .  Para esto es importante empezar con el conocimiento de las causas por las cuales el niño habla durante su sueño. Esto puede ser por  estrés, por fiebre, por apnea nocturna (ronquidos), por terrores nocturnos, o bien, por  una sobreexcitación del niño.

Esta última puede ser debida a:

  • Programas de televisión con contenidos violentos
  • Juegos demasiado activos durante la tarde o noche
  • Presenciar escenas no adecuadas para su edad.

La somniloquia no es una enfermedad, ni ningún problema para el niño, por lo que no existe un tratamiento médico, pero sí se puede hacer algo para prevenirlo y lograr que descanse plenamente.

Si su hijo padece de esta situación de manera frecuente, se puede evitar que se excite demasiado a partir de las primeras horas de la tarde; de esta manera se irá a la cama más tranquilo. También puede procurarse que no vea programas de televisión ni utilice videojuegos en los que predomine la violencia.

A pesar de la corta edad de los niños, éstos son capaces de aprender a relajarse antes de dormir. No está por demás intentar enseñarle algunas técnicas de respiración y relajación. Esto le será de utilidad toda su vida.

El que su hijo hable por las noches no debe llegar a ser una preocupación, y es conveniente cuidar de no etiquetar al niño con ello porque eso puede producir que esa situación se torne más frecuente. Procure dar momentos de tranquilidad en la existencia de su hijo y su sueño será tranquilo y reparador, tal y como lo es el de nosotros los adultos, cuando tenemos una vida resuelta y sin problemas que logren alterar nuestro sueño.