MODELOS DE AUTORIDAD INADECUADOS
Dra. Patricia García Mora
Terapeuta Familiar en Supera
Una vez que se ha entendido lo importante que es educar con autoridad, es interesante conocer algunos modelos, que son muy comunes, y que producen efectos inadecuados en el propósito de formar a un hijo. Se puede decir que son desfavorables para el sano desarrollo de los hijos y de los vínculos familiares. Algunos estudiosos de esta materia muestran los siguientes:
- Estilo pasivo: estos padres no expresan abiertamente lo que necesitan, quieren o esperan de los hijos. Sólo piden conductas intermedias o sólo intentos, teniendo pocas esperanzas de alcanzar el éxito de su pedido. Por lo general no confían en las posibilidades o voluntad del niño o porque desconfían de su propia habilidad para conseguirlo. No ponen reglas o lo hacen en forma ambigua. Renuncian a su derecho y a su deber de poner límites. Es normal escuchar en estos padres la frase “no puedo con él”. Esta postura genera que los hijos se sientan mal, inseguros, desprotegidos e insatisfechos. El vínculo, en estos casos, se tiñe de insatisfacción ya que nadie está contento con el rol del otro ni con el propio.
- Estilo autoritario: estos padres imponen su voluntad sin reconocer los derechos de los demás. Los resultados son hijos dominados y que no tienen iniciativa, que no saben tomar decisiones. En otros casos el resultado será un hijo autoritario.
- Estilo sobrecontrolador: si bien es cierto que es importante lograr que el hijo camine lenta y paulatinamente hacia la independencia y autonomía, hay padres que tienen un control absoluto en la vida de sus hijos, hasta se podría decir que viven por ellos y todo les hacen. En este caso el hijo no puede crecer ni desarrollarse como una persona distinta.
- Estilo arbitrario y variable: hay padres que rigen sus acciones más que por un criterio racional, por el estado de ánimo que además de muy cambiante. Otros, más inseguros, oscilan entre varios estilos: autoritario, sobrecontrolador. Esta incoherencia en el estilo genera en los hijos inseguridad.
- Estilo punitivo y violento: estos padres siempre están buscando los errores y defectos del hijo para hacérselo notar. Sobredimensionan los errores, pero nunca encuentran los aciertos. Cuando encuentran los errores tienen una reacción emocional violenta, tanto física como emocional. Son niños que viven amenazados, que se portan bien por temor al castigo. Este estilo genera en los hijos resentimiento, rabia, humillación y frustración.
- Estilo permisivo: hay padres que permiten que sus hijos hagan y deshagan en función de sus propios deseos, sin tener que ajustarse a reglas ni demandas. Esto genera en el hijo la falta de adaptación a las normas al ingresar a la escuela y a lugares fuera de su hogar.
- Estilo negligente: hay padres que no se comprometen con la función paterna, ya sea por irresponsabilidad, descuido o alguna patología. De esta forma privan al hijo de la guía y orientación que necesitan para aprender a vivir. Estos niños sufren la carencia de amor y se desarrollan como niños abandonados.
- Estilo ineficaz: es negativo para los hijos y para la vida familiar todo estilo de límites que no sirva para asegurar un funcionamiento razonablemente armónico, feliz y saludable a través del desarrollo de buenas estrategias de fortalecimiento emocional.
Lo interesante de conocer estos tipos es detectar en cuál se encuentra el padre y madre de familia y darse cuenta los efectos que puede producir en su hijo el utilizar su autoridad de esa manera.